La caída de dos históricas empresas leonesas que pone en vilo contratos con el Ayuntamiento de León

Obras en la calle Ramiro Valbuena de León

Antonio Vega

La histórica constructora leonesa Domingo Cueto SA será liquidada en los próximos meses y pondrá fin a una historia de medio siglo de actividad en la ciudad de León. Una quiebra ya aprobada por el juzgado ya que la hasta ahora administradora de la sociedad, Felipa Cueto, presentó a finales del mes de enero tanto el concurso de la compañía como una propuesta de liquidación, es decir, el fin de la empresa que llevaba el nombre de su padre, fallecido en junio del 2022.

Domingo Cueto SA es la sociedad de cabecera del grupo constructor en activo desde 1967, que ahora desaparece aunque otras sociedades familiares vinculadas a la empresaria sucesora no han presentado concurso de acreedores. Felipa Cueto es miembro de la Junta Directiva de la Federación Leonesa de Empresarios (FELE), de la que su padre fue un destacado miembro.

Casi una treintena de trabajadores se verán afectados por este cierre empresarial de una de las sociedades constructoras insignia de la provincia de León, aunque su negocio principal estaba en la ciudad, donde era un habitual de obras de pequeño y mediano tamaño. De hecho Domingo Cueto fue uno de los pocos constructores con actividad permanente durante la crisis económica del 2008 derivada del hundimiento inmobiliario, siendo una de las principales adjudicatarias de las escasas obras en la ciudad de aquella época.

El cierre de Domingo Cueto SA dejará en el paro a una treintena de trabajadores y algún contrato con el Ayuntamiento de León en el alero, aunque desde la dirección concursal se ha señalado a este periódico que intentarán cumplir sus compromisos en la medida que se pueda por la evolución del concurso. De momento las obras siguen en la reurbanización de la céntrica calle Ramiro Valbuena, un contrato que se llevó por casi 640.000 euros. El alcalde de León anunció que la empresa ha asegurado que terminará las obras antes de Semana Santa, aunque acumulan un retraso importante de las fechas iniciales de adjudicación.

Desde Domingo Cueto SA han declinado hacer declaraciones sobre la situación que ha llevado a la quiebra de la compañía, que fuentes del sector ubican en importantes desavenencias familiares en la gestión desde hace años y una falta de control interno en las obras realizadas.

Domingo Cueto ha realizado algunas de las obras más relevantes en la ciudad leonesa en los últimos años, bien en solitario o bien en asociación con otras empresas, como la polémica reforma de la Plaza del Grano o el proyecto inmobiliario de San Agustín donde se ubica hoy la tienda de Zara. En su viejo perfil en la red social X (antiguo Twitter) se explicaba lo que hacían: “Construimos carreteras para que viajes al futuro.Tendemos puentes para acercarte a los tuyos. Levantamos edificios para que vivas tus sueños. Derribamos muros.” 67 años después dejarán de hacerlo.

De Celis negocia su cierre

La situación de otra histórica empresa leonesa, conocida con el nombre comercial de Catering de Celis, es igualmente de cese de negocio, según ha comunicado al Ayuntamiento de León para cancelar el contrato en vigor del servicio de catering de las escuelas infantiles y ayuda a domicilio.

Comedores Colectivo de Celis SL, el nombre oficial de la empresa, renunció el pasado 20 de febrero a este contrato debido “a la situación de insolvencia actual y de insuficiente tesorería para abastecerse de alimentos por lo que proceden a la liquidación/disolución de la empresa” y ponía fecha en el 29 de febrero el fin de sus servicios.

De Celis resultó adjudicataria del contrato el pasado mes de agosto, por un año de duración y un importe de poco más de 37.000 euros. Ahora durante los próximos cinco meses lo hará Asprona León, a la que el Ayuntamiento de León ha adjudicado un contrato de urgencia para resolver la situación.

Formalmente De Celis se encuentra en la situación que se llama preconcurso de acreedores, presentado el pasado mes de diciembre de 2023. Entonces se inició el procedimiento de negociación con la representación sindical para ver el futuro de los trabajadores, que todavía no ha culminado y del que saldrá bien el concurso o bien el cese de negocio sin concurso, según fuentes de la operación.

De Celis no ha querido contestar a ILEÓN sobre la situación de la compañía, que se deriva fundamentalmente de la pérdida del contrato de los comedores escolares de la provincia de León ocurrido en 2023, cuando el gigante Serunión se hizo con su totalidad. En los últimos años la mitad del contrato era prestado por De Celis pero en la última convocatoria la Junta de Castilla y León se lo adjudicó totalmente a Serunión, conocida por llevar con polémicas por la calidad del servicio la cafetería del Hospital de León y por los gusanos en la sopa de menús escolares aparecidos hace años en León, y hace no tanto en La Rioja.

Comedores Colectivos de Celis lleva desde 1975 ofreciendo el servicio de restauración a nivel industrial en León, siendo la única de cierto tamaño que se mantenía en activo frente a los gigantes del sector como Serunión. Contaba con unas cocinas industriales destacadas en el polígono industrial de Villaquilambre y ha tenido operaciones en provincias vecinas como Ourense y Asturias. Según fuentes empresariales consultadas la intención es evitar, si se puede, el concurso de acreedores para intentar una liquidación ordenada de la compañía, cuyo principal activo son sus cocinas industriales, ahora sin actividad. La complejidad y enfoque a grandes empresas de los grandes contratos de restauración y algunas desavenencias internas en la gestión serían algunas de las causas detrás de un cierre que pondrá fin a casi 50 años de negocio.

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