Denuncian que la cárcel de Mansilla de las Mulas es un “polvorín” por saturación y mezcla de presos

La prisión provincial de Villahierro, en Mansilla de las Mulas.

El Colectivo Derechos Humanos en las Cárceles ha puesto sobre la mesa que “el hacinamiento y la escasez de servicios generan conflictos violentos” en la prisión provincial de Villahierro, ubicada en Mansilla de las Mulas. “Esto es un polvorín. Han mezclado todo tipo de perfiles en los mismos módulos”, se hace el colectivo eco de las impresiones de internos y familiares, que denuncian “la masificación de los módulos ordinarios y la reducción a mínimos de personal médico en el centro”.

La saturación, según expone el colectivo, afecta a los “módulos ordinarios también llamados conflictivos donde van a parar todos los presos que rechazan o han sido expulsados de los módulos de respeto”. El problema, a su juicio, no solamente estriba en la acumulación de internos, sino en la mezcla de “perfiles y expedientes dispares entre sí”, una situación a la que pone ejemplos: “Primerizos con veteranos, toxicómanos con traficantes y no consumidores; presos con penas breves con otros de larga duración

“Esta situación ha convertido estos módulos en 'polvorines' donde la violencia entre presos es ya una constante”, añade al referir episodios como “peleas, apuñalamientos, palizas y autolesiones”. El colectivo añade a esa “convivencia forzada” otro hándicap como “la falta de infraestructura adecuada al tamaño de la población reclusa” sin obiar que “la mayoría de estos presos son politoxicómanos, muy problemáticos que generan reacciones en cadena de violencia contra sí mismos y los demás presos”.

Asimismo, asegura que los internos “se quejan de que, desde el inicio del verano se han reducido drásticamente los servicios médicos, que han quedado limitados al reparto de fármacos” hasta dejar “desasistida a la población enferma del centro”. Y agrega que los internos que la solución pasa no tanto por aumentar el número de funcionarios como por “dotar de mejores infraestructuras al centro y mantener unos mínimos aceptables durante el verano de los servicios médicos”.

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