Un empresario se enfrenta a 5 años y medio de cárcel por desvalijar un hotel en Ponferrada

Imagen del Hotel Novo en Ponferrada.

Antonio Vega

El empresario hotelero Alberto Rodríguez Boo, de ascendencia berciana aunque nacido en Galicia, y dueño de Alda Hoteles, una marca con cinco negocios en funcionamiento en la provincia de León, se enfrenta a una petición de cárcel de 5 años y medio por presuntamente desvalijar un hotel en El Bierzo en el año 2018.

Rodríguez Boo, consejero delegado y fundador de esta cadena hotelera de alto crecimiento en los últimos años, gestionaba en régimen de alquiler el conocido Hotel Novo de Ponferrada, ubicado al lado de la carretera N-6 y abierto en la década de los años 90. Al dejar el alquiler en el año 2018, justo cuando cogió la gestión del histórico Hotel Madrid del centro de Ponferrada, cesó en la del Hotel Novo y se llevó todo lo que había en él, pese a ser de los propietarios del hotel, la familia Novo, según el auto de procesamiento al que ha tenido acceso este periódico.

El pasado 15 de septiembre el Juzgado de Instrucción 7 de Ponferrada dictaba apertura de juicio oral contra Alberto Rodríguez Boo, al tiempo que le imponía una fianza de 61.878,70 euros por un presunto delito de apropiación indebida. La Fiscalía y la acusación particular piden por ese delito 5 años y 6 meses de prisión, la inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 11 meses de multa a razón de 12 euros diarios. La empresa Alda Castilla del procesado figura como responsable civil subsidiaria en el procedimiento.

Puestos en contacto con la compañía hotelera han explicado que la información judicial “no es verídica al no tratarse de un ”presunto desvalijamiento“. Según su versión, los hechos se refieren a la venta del inmueble en el año 2018, cuando la compañía negoció con el comprador y llegó a un acuerdo respecto al equipamiento de la cocina. Además desde Alda Hoteles amenazan con que ”ejercitarán las acciones oportunas ante cualquier información que se publique y que no responda a la veracidad de los hechos y del proceso judicial“.

El origen

Alda Hoteles se hizo cargo de la gestión del Hotel Novo de Ponferrada en el año 2015, firmando un contrato de tres años y medio de duración en los que asumió el centro hotelero a cambio de un pago de alquiler al que siempre hizo frente. El conflicto vino al finalizar el contrato cuando los dueños del edificio se encontraron el edificio vacío pese a que los bienes muebles eran de la propiedad, que había alquilado el edificio listo para funcionar.

Alda Hoteles comenzó su andadura empresarial en el año 2009, explican en su web, poniendo en marcha un establecimiento hostelero en Santiago de Compostela. Según sus últimas notas de prensa, la compañía facturó en los seis primeros meses del 2022 un 150% más que en 2019 y ha abierto 9 hoteles nuevos con una previsión de facturación para el año de más de 21 millones de euros de ingresos.

En la provincia de León Alda Hoteles gestiona, según su web, cinco establecimientos: tres en León capital, uno en Ponferrada (el antiguo Hotel Madrid) y otro más en La Bañeza.

340 sábanas, 100 vasos de tubo, una sandwichera o 2 machetes

Los objetos presuntamente robados del Hotel Novo ascienden a un importe total de 61.878,70 euros, según tasación pericial, y fueron sustraídos el día 29 de octubre de 2018, dos días antes del vencimiento del contrato de arrendamiento a favor de Alda Hoteles.

El listado relacionado aparecen todo tipo de objetos esenciales para desarrollar la actividad hotelera, que debido a su falta según sus propietarios imposibilitó su continuidad en aquel momento, coincidiendo con el funcionamiento de las otras localizaciones en la ciudad de Alda Hoteles.

Solo de ropa del hotel desaparecieron 200 unidades de sábanas bajeras, 140 unidades de sábanas de 210x290 cm, 120 unidades de almohadas, 100 unidades de almohadones, 125 alfombras de baño, 450 toallas de lavabo, 375 toallas de ducha, 75 toallas de bidé, 30 mantas grandes, 40 mantas pequeñas, 40 cubrecamas grandes, 50 cubrecamas pequeños, 46 manteles azules y 92 cubremanteles. A todo esto se sumaron la falta de 49 camas, 17 alfombras o 52 televisores en las habitaciones del edificio.

De la cocina se llevaron una cámara de congelación, una cortadora industrial, un baño maría, una plancha, dos freidoras, una cocina de ocho fuegos y cuatro hornos, un horno de convención, una peladora, un lavavajillas industrial, un horno, una mesa calienta platos, dos mesas grandes (10 m), un mostrador con estanterías (aprox. 4 m), un mueble de 2,5 m, un mueble fregadero de dos senos, un mueble con puertas (4 m), un mostrador (3,30 m), un mostrador con estanterías (4 m) y un mostrador con estanterías/puertas de 3 metros).

Las sustracciones del comedor grande ascendieron según el listado que irá a juicio a 91 sillas tapizadas, 100 vasos de tubo, 50 vasos de cerveza, 6 jarras grandes, 7 vasos de whisky, 20 chupiteros, 400 copas de vino, 300 copas de champán, 6 copas de vino fino, 100 copas de cognac, 12 vinagreras, 5 cazos, 5 cuchillos de cocinero, 2 machetes y 20 ollas y sartenes. De una cocina pequeña se llevaron un microondas, seis sillas, una sandwichera y un exprimidor de zumos.

También se llevaron de la sala de máquina dos calderas (una de calefacción y una de agua caliente) y una máquina de refrigeración, esenciales para el mantenimiento y funcionamiento del edificio.

El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de León en fecha que está aún por determinar.

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